Os presento el nuevo libro que he publicado "De qué habla el Corán". Se trata de una presentación general del Islam para personas no musulmanas a través del Corán. Aunque, claro está, también los musulmanes pueden aprender bastantes cosas del libro. Sobre todo, cómo exponer de un modo sencillo, actual y apropiado, el mensaje del Islam a personas que desconocen por completo el Islam y sus principios y fundamentos más básicos.
jueves, 3 de noviembre de 2016
jueves, 8 de septiembre de 2016
LA BIOESPIRITUALIDAD
O LA ERRADA SENDA DEL MÍSTICO AUTODIDACTA
(PARTE I)
No hay persona sobre la faz de la
tierra que no desee llevar una vida feliz. Y todos nosotros, de un modo u otro,
nos afanamos por conseguir los medios que, según creemos o intuimos, pueden
ayudarnos a alcanzar este propósito. Pero ¿qué significa vivir felizmente? Y,
más concretamente, ¿qué es la felicidad?
La felicidad ha sido tema de estudio de
numerosos pensadores, maestros espirituales y filósofos desde los albores de la
existencia del ser humano. Sin embargo, no ha habido unanimidad en cuanto a la
definición de la felicidad, a pesar de ser la meta anhelada por todas las
personas. Tal vez, una explicación de ello se deba a las diferentes culturas,
filosofías, religiones e ideologías que han existido en el mundo y que, consecuentemente,
han configurado los crisoles donde se han fundido los diversos conceptos que se
han esgrimido sobre la felicidad.
Hay gente que ha dicho que la
felicidad consiste en llevar una vida virtuosa; otros han afirmado que una vida
feliz consiste en saber mantener un equilibrio en todas las dimensiones de la
vida; otros, que la felicidad consiste en que el ser humano sea libre y obre
con libertad; otros, que la persona obtiene la felicidad cuando actúa conforme
a sus principios y sus ideales; otros han dicho que, la felicidad, es algo
propio de cada persona y, que, consecuentemente, no habría una felicidad, sino
muchas formas de ser feliz.
Tampoco existe un acuerdo sobre si la
felicidad es en sí misma un fin o, por el contrario, existen cosas felicitantes
que, una vez puestas en práctica, generan en nosotros un estado de bienestar –
ya sea físico, psíquico o espiritual – donde, de un modo u otro, nos sentimos
felices. Sin embargo, del mismo modo en que no existe una única definición sobre
la felicidad, tampoco existe consenso sobre qué cosas son felicitantes en sí
mismas y, por consiguiente, qué formulación mágica de esos elementos
felicitantes sería la idónea y, sobre todo, en qué modo debería aplicarse, para
producir en nosotros esa ansiada felicidad.
Como hemos dicho, ha habido infinidad
de autores de muy diverso perfil que han dedicado toda o parte de su producción
intelectual y/o espiritual para hablar sobre el concepto de la felicidad. Pero,
a pesar del ya citado disenso que ha existido, sí que deberíamos percatarnos de
un hecho fundamental en el que deberíamos meditar y que, además, nos demuestra
algo incuestionable: que alcanzar la felicidad – sea cual fuere – es un
sentimiento inherente al ser humano y, que éste, desea realizar en su
existencia y materializarlo.
Todo ser humano ostenta una esencia propia
que le acompaña durante toda su vida. Y a pesar de nuestras diferentes
disposiciones éticas o modos de entender y vivir nuestra propia existencia,
esta esencia es la fuente que genera nuestra experiencia sentimental, y es la
virtud por la cual tomamos decisiones de carácter moral o humano.
Esta esencia es la que nos hace que
aceptemos o rechacemos – con más o menos intensidad – palabras, actos y
situaciones que se presentan en nuestra vida. Y los sentimientos y sensaciones
que emanan de lo más profundo de nuestro fuero interno son comunes a todos los
seres humanos y producen en nosotros estados de amor, odio, cariño, desprecio, alegría,
tristeza, empatía, etc.
Esta esencia es el motor de nuestro
ser, nuestra consciencia más profunda y sensible, la que nos exige e impone –
aun sin percatarnos de ello – un posicionamiento respecto aquellos asuntos que
nos afectan directa o indirectamente en la relación con nosotros mismos o con
el resto de personas. Es aquí, en las diferentes relaciones que podamos
entablar y establecer con el resto de nuestros congéneres humanos, donde
florecen nuestros sentimientos más puros.
LOS PROBLEMAS QUE ADOLECE LA SOCIEDAD
Hoy día, uno de los problemas
patentes y palpables que adolece nuestra sociedad es la tremenda degradación
humana, manifestada en muchos y diferentes ámbitos, tanto a nivel individual
como colectivo. No vamos a poner sobre el tapete ni tampoco a analizar los
múltiples y diferentes factores que nos han abocado a esta situación de
degradación – por no decir degeneración – pero sí que me gustaría hacer énfasis
en uno de ellos.
Nuestras sociedades han experimentado
un avance tecnológico inimaginable. En este ámbito, el ser humano ha sido capaz
de aportar y desarrollar tal cantidad de invenciones que, hace no muchas
décadas, podrían ser consideradas, no sólo magia, sino elementos propios de la
literatura más fantasiosa e imaginativa. Y, como suele decirse, la realidad ha
superado con creces la ficción.
Desgraciadamente, el progreso
tecnológico ha sido proporcional al retroceso que la sociedad, como colectivo,
ha experimentado en valores y principios humanos. Somos conscientes que en
nuestras sociedades que, supuestamente, gozan de uno de los niveles económicos
y de bienestar más altos del mundo, encontramos como se han extendido y
agravado problemas como la soledad, la pobreza, la desigualdad, el racismo, la xenofobia,
el suicidio,... de un modo exponencial. Sin embargo, lo que más nos causa
pesadumbre – o, por lo menos, debería causárnosla – es el desentendimiento y la
falta de empatía desde los estamentos púbicos y los poderes fácticos para con
las personas que están sufriendo estas enfermedades sociales.
Como acabamos de citar, nosotros,
como ciudadanos de sociedades postindustriales, sentimos que a pesar de tener a
nuestro alcance todos los medios felicitantes que el sistema nos ofrece –
muchos de ellos materiales y relacionados con el consumo –, no por ello nos
sentimos más felices ni, muchos menos, somos más felices.
La razón de ello, es que nuestro
propio ser – aquella esencia a la que hacíamos referencia al principio –, aun habiéndose
atiborrado de todo aquello que le vendían – y nunca mejor dicho – como algo
felicitante en sí mismo, siente un vacío interno, una necesidad no satisfecha. Incluso,
paradójicamente, cuanto más nos entregábamos a estos elixires, más dependencia nos
genera y, además, nunca llegan a saciar nuestra hambre existencial.
En este contexto, son muchísimos los
casos de personas que han sido abducidas por una espiral que invita a los
excesos. Y, éstos, no sólo no han sido malos en muchos casos – como
consecuencia lógica y consecuente de todo exceso –, sino que además, han
provocado enfermedades físicas, psicológicas y espirituales hasta ahora
desconocidas en la historia de la humanidad.
Estos factores han hecho que dentro
de nuestras sociedades encontremos movimientos humanos que, tras un llamamiento
surgido desde su esencia más pura y un ejercicio de consciencia real, se han
percatado de esa necesidad humana que sienten en su interior, y han comenzado a
auscultar otros modos alternativos de vivir la vida – valga la redundancia – a las
que, hasta el momento, no se les había ofrecido atención por diversos motivos,
con el fin de saciar lo que verdaderamente precisa alimento y cuidado: nuestro
ser existencial.
Continuará...
miércoles, 1 de junio de 2016
COMIENZO DE RAMADÁN / 2016 - COMUNICADO DE LA SECRETARÍA GENERAL DEL CONSEJO EUROPEO PARA LA FETUA Y LA INVESTIGACIÓN
COMUNICADO DE LA SECRETARÍA GENERAL DEL CONSEJO EUROPEO PARA LA FETUA Y LA INVESTIGACIÓN, SOBRE “EL COMIENZO DEL MES DE RAMADÁN DEL AÑO 1437 DE LA HÉGIRA / 2016 DEL CALENDARIO GREGORIANO”.
Alabado sea Al·lâh Señor del universo, y que la paz y las bendiciones sean con aquel que Al·lâh envió a todo el mundo, con su familia, sus Compañeros y con todo aquel que siguió sus pasos hasta el día del juicio final.
La secretaría general del Consejo Europeo para la Fetua y la Investigación aprovecha estos benditos días para hacer un llamamiento a todos los musulmanes para que se aferren al Corán y para que unan sus filas, recordando la aleya siguiente: “Aferraos todos a la Cuerda (el Corán) de Al·lâh y no os dividáis. Y recordad la gracia que Al·lâh os dispensó cuando erais enemigos y unió vuestros corazones, deviniendo así, hermanos” (Sura 3 “La familia de ‘Imrân”: 103).
Igualmente, pedimos a Al·lâh que acepte de todos sus ayunos, sus zalás y todas sus buenas acciones, y que haga del mes de Ramadán un mes de apertura, auxilio y baraca para todos aquellos de sus siervos oprimidos en este mundo, pues Él es capaz de ello.
La secretaría general del Consejo Europeo para la Fetua y la Investigación aprovecha esta ocasión por e motivo de la visión de la luna nueva del mes de Ramadán del año 1437 de la Hégira / 2016 del calendario gregoriano, comunica lo siguiente:
- En base a las condiciones que en su día adoptó el consejo europeo para la fetua y la investigación en su informe emitido en su decimonovena asamblea general realizada en la ciudad de Estambul en julio del año 2009;
- En base a lo establecido por el ‘consejo jurídico internacional’ en su informe, punto número 18, en su tercer congreso realizado en el año 1986;
- En base a los informes emitidos en la primera asamblea del ‘consejo del calendario hegiriano unificado’, realizado en la ciudad de Estambul entre los días 27 y 30 de noviembre del año 1978;
- En base a las conclusiones emitidas en el congreso internacional bajo el título “el establecimiento de los meses lunares, bajo la opinión de los ulemas, los astrónomos y los cálculos astronómicos”, que se realizó en el consejo jurídico de la Liga Internacional del Mundo Islámico, celebrado en la ciudad de la Meca entre los días 11 y 13 de febrero del año 2012, donde participaron un gran número de alfaquíes, ulemas y astrónomos:
Decimos: que no se tiene en cuenta el hecho de que se pueda apreciar - la luna nueva - en cualquier parte del mundo, incluso aun si no son países de tradición islámica, y no tiene por qué ser a nivel local o comarcal, ya que el discurso del Profeta la paz sea con él –, en este caso –, es general para todos los musulmanes allá donde se encuentren: “Ayunad cuando contempléis [la luna]; y acabad el ayuno cuando volváis a verla”.
Por lo tanto, el Consejo Europeo para la Fetua y la Investigación informa de lo siguiente:
1- Los precisos cálculos astronómicos confirman que la luna nueva del mes de Ramadán del año 1437 de la Hégira nacerá a las 2:59 según el Tiempo Medio de Greenwich, es decir, el domingo 5 de junio del 2016; el equivalente al 29 de Sa'bân de 1437 a las 4:59, hora local de la Meca.
2- En base a ello, el avistamiento de la luna nueva será posible tras la puesta del sol de la noche del lunes del 6 de junio del 2016, ya sea a simple vista humana o con la utilización de cualquier tipo de instrumento para la observación astronómica. Dicho avistamiento será posible en todo el continente americano, en la mayoría del continente africano y en el sudoeste de la península arábiga, así como en el océano pacífico, el océano atlántico y parte del océano índico.
EN BASE A LO EXPUESTO, EL PRIMER DÍA DE AYUNO DEL MES DE RAMADÁN DEL AÑO 1437 SERÁ – CON EL PERMISO DE AL·LÂH – EL PRÓXIMO LUNES 6 DE JUNIO DEL 2016.
Pedimos a Al·lâh – ensalzado sea – que los musulmanes reciban este bendito mes con el bien, la baraca, la gracia y el poder divino. Que Al·lâh acepte de todos nosotros nuestras buenas acciones.
La secretaría general del Consejo Europeo para la fetua y la Investigación. DUBLIN.
Enlace de la página oficial en árabe: http://e-cfr.org/new/1554-2/
Enlace de la página oficial en árabe: http://e-cfr.org/new/1554-2/
viernes, 20 de mayo de 2016
jueves, 4 de febrero de 2016
SOBRE IGNORAR LA IGNORANCIA
No hay peor ignorante que quien ignora su propia ignorancia. Por ello, quien se sabe a sí mismo que no sabe, ha obtenido un saber que nadie más le puede otorgar. Y, por lo tanto, la persona no debe apenarse, sino congratularse por haber llegado a esa conclusión; pues ello, en sí mismo, es un saber (y muy valioso por cierto).
martes, 26 de enero de 2016
LA MORAL Y LA RAZÓN
La moral comprende toda acción u obra
humanizante; por lo tanto, es buena en sí misma, ya que cultiva la bondad en
uno mismo y el bien en el resto de la sociedad.
Independientemente a la fe, la acción moral es
un valor positivo y reconocido por todas las personas. Algo que nos debería
conducir a reflexionar sobre cuáles son los parámetros que el propio ser humano
utiliza para medir y valorar sus acciones para considerarlas 'humanizantes' o
'deshumanizantes'.
Nosotros - como musulmanes - no podemos obviar - o no deberíamos hacerlo - el trascendente rol que ostenta 'la esencia primigenia' (fitrah) en nuestras distintas deliberaciones, pues si personas creyentes y ateas pueden concordar en un abanico muy amplio de valores morales, es debido a que existen unos parámetros y medidas universales. La pregunta que cabe hacerse es la siguiente: ¿en qué se basan y con qué se estructuran dichos parámetros y medidas?
Nosotros - como musulmanes - no podemos obviar - o no deberíamos hacerlo - el trascendente rol que ostenta 'la esencia primigenia' (fitrah) en nuestras distintas deliberaciones, pues si personas creyentes y ateas pueden concordar en un abanico muy amplio de valores morales, es debido a que existen unos parámetros y medidas universales. La pregunta que cabe hacerse es la siguiente: ¿en qué se basan y con qué se estructuran dichos parámetros y medidas?
No cabe duda, que existe
una dimensión humana que va mucho más allá de la razón, pues ésta no lo es
todo. Pues si pretendemos supeditar la valoración de nuestras acciones
'humanas' únicamente a la razón - tal y como defienden a ultranza algunas
escuelas éticas - nos estamos dejando por el camino nuestra Humanidad.
miércoles, 6 de enero de 2016
REFORMISMO Y RENOVACIÓN EN EL ISLAM
Que debe realizarse una renovación (taÿdîd) o reformismo (islâh) en el seno de la comunidad musulmana, es algo indispensable, indefectible, indiscutible y que clama al cielo. No olvidemos que nuestro amado Profeta - la paz sea con él - nos confirmó que cada 100 años Al·lâh enviaría a una - o varias personas - para que reformasen los asuntos del din. Sin embargo, cuando escucho las palabras renovación o reformismo salir de boca de gente - sea musulmán o no - que no tiene vergüenza alguna en hacer pública su ignorancia superlativa respecto a los fundamentos y las enseñanzas del Islam, me echo a temblar.
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