Entre nuestros sabios, hay quienes no ven mal tomar y llevar
a la práctica jadices débiles (đa‘îf)
(ضَــعِــف), en su cadena de transmisión (matn) (مَــتْــن) y que tengan relación con el campo de las
buenas obras (fađâ’il al‘amâl) (فَــضَـائِــل
الأَعْــمَـال), siempre que se tengan en cuenta tres requisitos
citados por el erudito Ibnu Haÿar Al‘asqalânî:
- 1 - Que dicho
jadiz pueda englobarse dentro de los fundamentos del dîn del Islam”.
- 2 - Que
no se trate de un jadiz con tal debilidad (đa‘f) (ضَـعْـف) que alcance niveles de debilidad grave (ŝadîd ađđa‘f) (شَـدِيـد الــضَّــعْــف).
- 3 - Que
no se piense, al ponerlo en práctica, que realmente es un jadiz del Profeta y,
así, se le atribuyan a él palabras que él no dijo y, con el tiempo, la gente
llegue a pensar que es un jadiz correcto.
En base a ello, algunos sabios han
tomado algunos jadices en base a ésos principios que acabamos de citar.
De entre ellos, existe un jadiz
débil y leve en su debilidad, que dice lo siguiente:
مَنْ حَفِظَ عَلَى أُمَّتِي
أَرْبَعِينَ حَدِيثًا مِنْ أَمْرِ دِينِهَا بَعَثَهُ اللَّهُ عَزَّ وَجَلَّ يَوْمَ
الْقِيَامَةِ فِي زُمْرَةِ الْفُقَهَاءِ وَالْعُلَمَاءِ
“Aquel que guarde para mi comunidad cuarenta
jadices relacionados con asuntos del dîn, Al·lâh – glorioso y majestuoso
– le resucitará el día del Levantamiento junto a los alfaquíes y los ulemas”.
(Jadiz débil)
Este jadiz es débil, pues aunque algunos sabios del jadiz hayan
tenido en consideración las diferentes vías de transmisión para justificar la
levedad de este jadiz, lo cierto – como dice el gran imam del jadiz Ibnu Haÿar
Al‘asqalânî, que Al·lâh le colme de misericordia – es que no por ello este jadiz puede
tomarse como válido, ya que las diferentes vías de cada transmisión por sí
misma es débil y, por lo tanto, no refuerza el texto como para elevarlo ni tan
si quiera al nivel de bueno (hasan) (حَــسَــن).
Es por ello por lo que encontramos obras conocidas como "los cuarenta jadices". La más conocida - dada su difusión -, es la obra de “los cuarenta jadices” del imam Annawawî. Sin
embargo, hay muchos sabios que han realizado la misma obra de “los cuarenta
jadices” e, igualmente, muchos que han explicado y comentado estas obras.
Quienes han realizado esta obra de “los cuarenta jadices” – entre ellos
el gran imam Annawawî – que Al·lâh le colme de misericordia – se propusieron
reunir cuarenta textos del profeta Mujámmad – la paz sea con él – que
recogiesen, en su globalidad, lo que el Islam predica y transmite, y hacer
hincapié en enseñanzas y principios fundamentales del dîn: como la
intención, el perdón de Al·lâh, la cercanía a Al·lâh, el realizar buenas obras
y no malas, etc.
Si nos damos cuenta, además, una cosa que hizo el imam Annawawî en su
libro de los cuarenta jadices, fue citar más de cuarenta jadices y, así, no
aplicar ese jadiz débil literalmente y, consecuentemente, obrar de forma
divergente a él; como un modo de no obrar estrictamente a las palabras
transmitidas en un jadiz débil y no auténtico.
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